En el primer caso (en el ejercicio “Estar/Hay”) se proporciona una explicación gramatical bastante detallada sobre la diferencia entre dichos verbos. Además se incluyen varios ejemplos y se le pide al alumno que rellene los huecos en blanco en los dos textos utilizando el verbo estar o el verbo hay según corresponda. Si bien no existe un modelo previo, el alumno puede recurrir al esquema que aparece en la primera parte del ejercicio, donde se exponen los elementos gramaticales que suelen acompañar a cada verbo. Aunque no se especifica cómo se debe hacer el ejercicio, lo más probable es que se trate de una actividad individual.
En este caso la lengua se concibe como un sistema de signos que se rige con determinadas normas. Es por ello que el alumno no tiene por qué conocer el significado de la frase o del texto para poder llevar a cabo el ejercicio. De hecho, se utilizan frases hechas que pueden despistar o confundir al alumno. Con respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje, se pueden apreciar rasgos de dos métodos diferentes: el tradicional y el audio-lingual. Por su parte, el método tradicional se ve reflejado en una explicación gramatical explícita y deductiva (es decir, primero se explica la regla y luego se da el ejemplo). En cambio el método audio-lingual se aprecia en la enseñanza formal no significativa (en la cual no es necesario entender el significado de la frase para realizar el ejercicio) y en la utilización de ejercicios de rellenar huecos centrados únicamente en la gramática. Además, ambos métodos señalan al error como un fracaso, un factor que se refleja en esta actividad ya que hay solo una respuesta posible y, por tanto, correcta. En definitiva, se puede decir que en este primer ejercicio la lengua se entiende como un sistema de signos, la enseñanza es unidireccional ya que no existe un intercambio (va del profesor al alumno) y se prioriza la gramática, el método deductivo y la práctica individual.
Creo que este tipo de ejercicios pueden ser muy útiles para niveles iniciales ya que proporciona a los alumnos una serie de herramientas claras para que se sientan seguros y se animen a crear sus propias frases. Además, he podido comprobar que los alumnos de más de 40 o 45 años suelen preferir este tipo de ejercicios porque es así como han aprendido ellos y, por lo tanto, es como se sienten más cómodos. Entre sus puntos negativos destacaría que el significado del texto es completamente irrelevante para llevar a cabo el ejercicio, que se utilizan muchas frases hechas que no se adaptan al nivel, que se centra solo en la competencia gramatical, que no existe un intercambio lingüístico y que es un ejercicio monótono y poco motivador.
En cambio, el segundo ejercicio que he seleccionado utiliza una metodología completamente diferente. En este caso no se le dan las instrucciones escritas al alumno sino que es el profesor quien oralmente explica cómo funciona la actividad. El ejercicio debe realizarse por parejas y a cada una de ellas se le dará una situación con dos tarjetas diferentes: A y B, donde se explicará el rol que llevará a cabo cada alumno. Además, se proporcionan una serie de recursos para poder afrontar la práctica oral según el nivel de los alumnos B1, B2 y C1. En esta ocasión no hay una explicación gramatical que acompañe el ejercicio.
Esta actividad se basa en un enfoque comunicativo ya que concibe a la lengua como una herramienta para comunicar. Además, se prioriza el trabajo en parejas, se da a cada alumno un rol activo y se representa una posible situación real. El objetivo de la actividad es persuadir al interlocutor, influir en él para que haga lo que se le pide. Para lograrlo el alumno tiene que ser capaz de utilizar diferentes estrategias y recursos comunicativos. Por otra parte, creo que esta actividad también posee rasgos del enfoque por tareas ya que da prioridad al significado más que a la forma y podría calificarse como una tarea de comunicación. Es decir, un intercambio intencional de información donde se reflejan los usos de la lengua en situaciones cotidianas.
Como rasgo positivo destaco el hecho de que se ponen en práctica distintas competencias del alumno (no solo la gramática), que se pueden utilizar una amplia de recursos y vocabulario y que existe un intercambio comunicativo dentro de una situación real. Además, desde el punto de vista de la afectividad cabe destacar que es un juego que fomenta la imaginación y que puede ser muy divertido para los alumnos. Creo que este tipo de actividad podría ser útil para poner en práctica lo aprendido durante la sesión o durante una determinada unidad didáctica en donde se hayan tratado argumentos como el imperativo, estructuras para dar órdenes o instrucciones, fórmulas para pedir favores y dar y conceder permiso, recursos para aceptar y rechazar ofertas y para justificarse, etc. Sin embargo, entre sus puntos negativos destacaría que para que funcione es necesaria una cierta predisposición por parte del alumnado para evitar que se convierta en un simple intercambio de monosílabos. Para ello es muy importante que el profesor presente el juego de forma atractiva y motivadora. Por otra parte, la tendencia a ofrecer escasas muestras de lengua para afrontar la práctica escrita u oral, es también otra de sus limitaciones.
En conclusión, creo que este análisis deja en evidencia cuáles pueden llegar a ser los puntos fuertes y los puntos débiles de los métodos: tradicional y audio-lingual y de los enfoques: comunicativo y por tareas. En el primer caso como factor positivo destacaría la importancia de la gramática deductiva en los niveles iniciales, así como la importancia de una detallada y clara explicación gramatical y de la presencia de modelos. Sin embargo, estos métodos suelen ser poco motivadores, carecer de un intercambio comunicativo real y priorizar la forma sobre el significado. En el segundo caso, queda en evidencia cómo un enfoque comunicativo o por tareas fomenta la creatividad, el intercambio comunicativo en situaciones de la vida cotidiana, el trabajo en equipo, la afectividad y la importancia del significado sobre la forma. Pero, por otra parte, puede ofrecer muestras de lengua insuficientes y depende de la motivación y de la buena predisposición de los alumnos para que pueda dar sus frutos. Seguramente lo más sabio sea aprender a combinar distintas actividades, enfoques y métodos teniendo en cuenta tanto el perfil y el nivel de los alumnos como los objetivos que queremos alcanzar.
En este caso la lengua se concibe como un sistema de signos que se rige con determinadas normas. Es por ello que el alumno no tiene por qué conocer el significado de la frase o del texto para poder llevar a cabo el ejercicio. De hecho, se utilizan frases hechas que pueden despistar o confundir al alumno. Con respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje, se pueden apreciar rasgos de dos métodos diferentes: el tradicional y el audio-lingual. Por su parte, el método tradicional se ve reflejado en una explicación gramatical explícita y deductiva (es decir, primero se explica la regla y luego se da el ejemplo). En cambio el método audio-lingual se aprecia en la enseñanza formal no significativa (en la cual no es necesario entender el significado de la frase para realizar el ejercicio) y en la utilización de ejercicios de rellenar huecos centrados únicamente en la gramática. Además, ambos métodos señalan al error como un fracaso, un factor que se refleja en esta actividad ya que hay solo una respuesta posible y, por tanto, correcta. En definitiva, se puede decir que en este primer ejercicio la lengua se entiende como un sistema de signos, la enseñanza es unidireccional ya que no existe un intercambio (va del profesor al alumno) y se prioriza la gramática, el método deductivo y la práctica individual.
Creo que este tipo de ejercicios pueden ser muy útiles para niveles iniciales ya que proporciona a los alumnos una serie de herramientas claras para que se sientan seguros y se animen a crear sus propias frases. Además, he podido comprobar que los alumnos de más de 40 o 45 años suelen preferir este tipo de ejercicios porque es así como han aprendido ellos y, por lo tanto, es como se sienten más cómodos. Entre sus puntos negativos destacaría que el significado del texto es completamente irrelevante para llevar a cabo el ejercicio, que se utilizan muchas frases hechas que no se adaptan al nivel, que se centra solo en la competencia gramatical, que no existe un intercambio lingüístico y que es un ejercicio monótono y poco motivador.
En cambio, el segundo ejercicio que he seleccionado utiliza una metodología completamente diferente. En este caso no se le dan las instrucciones escritas al alumno sino que es el profesor quien oralmente explica cómo funciona la actividad. El ejercicio debe realizarse por parejas y a cada una de ellas se le dará una situación con dos tarjetas diferentes: A y B, donde se explicará el rol que llevará a cabo cada alumno. Además, se proporcionan una serie de recursos para poder afrontar la práctica oral según el nivel de los alumnos B1, B2 y C1. En esta ocasión no hay una explicación gramatical que acompañe el ejercicio.
Esta actividad se basa en un enfoque comunicativo ya que concibe a la lengua como una herramienta para comunicar. Además, se prioriza el trabajo en parejas, se da a cada alumno un rol activo y se representa una posible situación real. El objetivo de la actividad es persuadir al interlocutor, influir en él para que haga lo que se le pide. Para lograrlo el alumno tiene que ser capaz de utilizar diferentes estrategias y recursos comunicativos. Por otra parte, creo que esta actividad también posee rasgos del enfoque por tareas ya que da prioridad al significado más que a la forma y podría calificarse como una tarea de comunicación. Es decir, un intercambio intencional de información donde se reflejan los usos de la lengua en situaciones cotidianas.
Como rasgo positivo destaco el hecho de que se ponen en práctica distintas competencias del alumno (no solo la gramática), que se pueden utilizar una amplia de recursos y vocabulario y que existe un intercambio comunicativo dentro de una situación real. Además, desde el punto de vista de la afectividad cabe destacar que es un juego que fomenta la imaginación y que puede ser muy divertido para los alumnos. Creo que este tipo de actividad podría ser útil para poner en práctica lo aprendido durante la sesión o durante una determinada unidad didáctica en donde se hayan tratado argumentos como el imperativo, estructuras para dar órdenes o instrucciones, fórmulas para pedir favores y dar y conceder permiso, recursos para aceptar y rechazar ofertas y para justificarse, etc. Sin embargo, entre sus puntos negativos destacaría que para que funcione es necesaria una cierta predisposición por parte del alumnado para evitar que se convierta en un simple intercambio de monosílabos. Para ello es muy importante que el profesor presente el juego de forma atractiva y motivadora. Por otra parte, la tendencia a ofrecer escasas muestras de lengua para afrontar la práctica escrita u oral, es también otra de sus limitaciones.
En conclusión, creo que este análisis deja en evidencia cuáles pueden llegar a ser los puntos fuertes y los puntos débiles de los métodos: tradicional y audio-lingual y de los enfoques: comunicativo y por tareas. En el primer caso como factor positivo destacaría la importancia de la gramática deductiva en los niveles iniciales, así como la importancia de una detallada y clara explicación gramatical y de la presencia de modelos. Sin embargo, estos métodos suelen ser poco motivadores, carecer de un intercambio comunicativo real y priorizar la forma sobre el significado. En el segundo caso, queda en evidencia cómo un enfoque comunicativo o por tareas fomenta la creatividad, el intercambio comunicativo en situaciones de la vida cotidiana, el trabajo en equipo, la afectividad y la importancia del significado sobre la forma. Pero, por otra parte, puede ofrecer muestras de lengua insuficientes y depende de la motivación y de la buena predisposición de los alumnos para que pueda dar sus frutos. Seguramente lo más sabio sea aprender a combinar distintas actividades, enfoques y métodos teniendo en cuenta tanto el perfil y el nivel de los alumnos como los objetivos que queremos alcanzar.
Muy original la forma de presentar los ejercicios :)
ResponderEliminarHas tenido una muy buena idea que antes o después probaré.
¡Gracias Tania! Me alegra que te guste :-)
ResponderEliminarYa te digo, me encanta la presentación.
ResponderEliminar¡Gracias Paula! :-)
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