En una publicación anterior hablamos de la diferencia que existe entre algunas de los metodologías más utilizadas a la hora del aprendizaje de una segunda lengua. En esta ocasión nos centraremos en las ventajas y desventajas de los métodos deductivo e inductivo. Para poder ejemplificarlo os propongo dos ejercicios en los que se explica principalmente la diferencia entre ESTAR y la forma impersonal del verbo HABER.
En el primer ejercicio se aplica el método deductivo, es decir, que se va de la regla al ejemplo. En este caso la unidad comienza con una muestra de lengua en la que se utilizan los verbos HABER y ESTAR. Para hacerla más atractiva y probablemente para llamar la atención de los alumnos (ya que el libro está dirigido a un público juvenil e infantil) dicha muestra aparece dentro de una viñeta. A continuación aparece la explicación de la regla, algunos de los usos más comunes y una serie de ejercicios de práctica semicontrolada.
Cuando se utiliza este método para presentar una determinada estructura gramatical es necesario tener en cuenta que puede presentar varios inconvenientes. Como , por ejemplo: la utilización de un metalenguaje con el que los alumnos no tienen por qué estar familiarizados (por ejemplo, cuando se hace referencia a los sustantivos contables e incontables); la colocación del profesor en el centro de la clase; el aburrimiento del alumnado; y,la alimentación de la falsa creencia de que conocer las reglas gramaticales significa conocer la lengua. Esto último es muy común, sobre todo, en escuelas e institutos donde los estudiantes tienden a memorizar las normas gramaticales ignorando por completo su significado. Una práctica que les impide poder comunicarse en contextos reales ya que son prácticamente incapaces de crear de forma autónoma.
Está claro que utilizar este método ayuda a memorizar la regla pero no a asimilarla. En relación con el ejercicio que estamos analizando cabe destacar que: utiliza un metalenguaje ajeno al público al que va dirigido, no presenta los contenidos de forma estimulante o relevante para el alumnado (por lo que posiblemente no captará su atención) y apuesta por un tipo de aprendizaje que no enseña a pensar. Sin embargo, por otra parte darle la regla a los alumnos es una buena forma de ahorrar tiempo y de poder dedicar más minutos a la práctica. Además, iniciarlos en el uso del metalenguaje puede serles de utilidad, sobre todo, a la hora de aprender nuevas lenguas.
Cuando se utiliza este método para presentar una determinada estructura gramatical es necesario tener en cuenta que puede presentar varios inconvenientes. Como , por ejemplo: la utilización de un metalenguaje con el que los alumnos no tienen por qué estar familiarizados (por ejemplo, cuando se hace referencia a los sustantivos contables e incontables); la colocación del profesor en el centro de la clase; el aburrimiento del alumnado; y,la alimentación de la falsa creencia de que conocer las reglas gramaticales significa conocer la lengua. Esto último es muy común, sobre todo, en escuelas e institutos donde los estudiantes tienden a memorizar las normas gramaticales ignorando por completo su significado. Una práctica que les impide poder comunicarse en contextos reales ya que son prácticamente incapaces de crear de forma autónoma.
Está claro que utilizar este método ayuda a memorizar la regla pero no a asimilarla. En relación con el ejercicio que estamos analizando cabe destacar que: utiliza un metalenguaje ajeno al público al que va dirigido, no presenta los contenidos de forma estimulante o relevante para el alumnado (por lo que posiblemente no captará su atención) y apuesta por un tipo de aprendizaje que no enseña a pensar. Sin embargo, por otra parte darle la regla a los alumnos es una buena forma de ahorrar tiempo y de poder dedicar más minutos a la práctica. Además, iniciarlos en el uso del metalenguaje puede serles de utilidad, sobre todo, a la hora de aprender nuevas lenguas.
En conclusión creo que los principales puntos débiles de este ejercicio son dos. En primer lugar que no aprovecha la fuerza que puede tener la imagen ya sea para llamar la atención de los alumnos o para crear contextos de lengua significativos. Un factor muy importante en estas edades ya que la motivación para aprender suele ser nula (no hay que olvidar que por lo general están obligados a ir a clases particulares o a cursar la materia en la escuela). Y, en segundo lugar, que no incita a pensar, ni a descubrir la lengua por uno mismo.
El segundo ejercicio, en cambio, se centra en una enseñanza inductiva. En este caso se trata de un manual orientado a adultos. Aquí, se ofrece una muestra de lengua contextualizada dentro de una situación que podría ser real: una chica cuenta los detalles de su viaje por Latinoamérica en su blog. La primera actividad que se propone es adivinar en qué país se encuentra, por lo que en este caso entender el significado del texto es fundamental. Una vez realizado esto se le pide al alumno que individúe en el texto los verbos ES/SON y ESTÁ/ESTÁN y que realice una hipótesis sobre cuándo se utiliza cada uno. Actividad que se repite a continuación pero con el verbo HAY. Por último, los estudiantes deben crear sus propias frases utilizando los verbos SER, ESTAR y HABER (en su forma impersonal) basándose en el esquema que se les ofrece.
Otra de las posibles desventajas de este tipo de método es la cantidad de tiempo que necesita para llevarse cabo, lo cual no solo quita espacio a la práctica de la lengua en situaciones de comunicación sino que además puede llevar a la falsa creencia de que la regla es lo más importante. Además no hay que olvidar que esta técnica requiere un mayor esfuerzo por parte del profesor a la hora de planificar sus clases.
Personalmente considero que el método inductivo es mucho más entretenido y agradecido a largo plazo (ya que la regla es más fácil de asimilar y recordar) pero entiendo que en determinadas ocasiones el método deductivo puede ayudar a agilizar el aprendizaje y a cubrir las expectativas de determinados estudiantes. Es por ello que, en este último caso, creo que una buena opción sería aplicar pequeños ejercicios o matices en los ejercicios de carácter deductivo para ir acostumbrando al alumnado y para que adopte un rol más activo en el proceso de aprendizaje.
En este caso, la utilización del método inductivo permite que el alumno recuerde y asimile las reglas con mayor facilidad ya que las ha tenido que descubrir por sí mismo. Es lo que pasa por ejemplo cuando queremos decir algo y, de repente, lo olvidamos, ¿cómo hacemos para recordarlo?. Por lo general solemos recorrer mentalmente el mismo camino que hemos hecho para llegar a dicho pensamiento o razonamiento, es decir, seguimos los mismos pasos para obtener el mismo resultado. De esta forma puede que no recuerde cómo es la regla pero si soy capaz de recordar cuál fue el razonamiento que me llevó a ella probablemente me resultará más fácil evocarla. Además, este tipo de enseñanza permite captar la atención del alumno y aumentar su motivación ya que pasa de ser un agente pasivo a convertirse en un agente activo dentro de su propio proceso de aprendizaje. Esto permite, a su vez, que los estudiantes sean más autónomos y no dependan única y exclusivamente del profesor. A su vez, de este modo pueden aprender a reconocer fenómenos lingüísticos de la lengua meta. Utilizar el método inductivo en adultos puede ser positivo ya que a través del pensamiento lógico pueden llegar a la explicación de la regla (lo cual es fundamental para este tipo de público). Sin embargo, hay que tener en cuenta que en algunos casos este tipo de enseñanza puede generar una sensación de frustración en determinados alumnos que tengan estilos de aprendizaje o expectativas diferentes.
Otra de las posibles desventajas de este tipo de método es la cantidad de tiempo que necesita para llevarse cabo, lo cual no solo quita espacio a la práctica de la lengua en situaciones de comunicación sino que además puede llevar a la falsa creencia de que la regla es lo más importante. Además no hay que olvidar que esta técnica requiere un mayor esfuerzo por parte del profesor a la hora de planificar sus clases.
Personalmente considero que el método inductivo es mucho más entretenido y agradecido a largo plazo (ya que la regla es más fácil de asimilar y recordar) pero entiendo que en determinadas ocasiones el método deductivo puede ayudar a agilizar el aprendizaje y a cubrir las expectativas de determinados estudiantes. Es por ello que, en este último caso, creo que una buena opción sería aplicar pequeños ejercicios o matices en los ejercicios de carácter deductivo para ir acostumbrando al alumnado y para que adopte un rol más activo en el proceso de aprendizaje.
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