Aprender
una lengua significa descubrir una nueva cultura y aprender a mirar el mundo
con otros ojos. Es por ello que lengua y cultura son dos términos que van de la
mano ya que ambos nos definen como miembros de
una sociedad. Existen muchas
expresiones, frases hechas, estructuras y estrategias comunicativas que están
ligadas a nuestro entorno cultural. Incluso, nuestra forma de pensar, de
razonar, de movernos está condicionada por nuestra cultura.Sin embargo,
no se puede negar que los contenidos culturales siempre han escaseado en las
clases de español ya sea porque no se contemplan dentro del programa, por falta
de tiempo o porque se utilizan únicamente como material complementario. Todo
esto hace que se priorice el aprendizaje de los contenidos lingüísticos y que
se deje a un lado el desarrollo de la competencia intercultural del alumno.
Somos
los profesores quienes tenemos el deber de incluir unidades didácticas que
fomenten la competencia intercultural de los estudiantes a partir de unos
objetivos claros y precisos. Saber el porqué estamos haciendo una actividad,
tener claro a dónde queremos llegar y qué queremos conseguir es fundamental
siempre, más aún cuando hablamos de contenidos culturales que no suelen ser tan
fáciles de medir como los lingüísticos. Es imprescindible que cada ejercicio
que propongamos tenga un porqué, un objetivo, que esté ahí por algo, ignorar
esto significaría dar palos de ciego o caminar sin rumbo. Es por ello que
a continuación os propongo un análisis de los objetivos estratégicos,
socioculturales y actitudinales de una tarea destinada al desarrollo de la
competencia intercultural.
En
la actividad 1 se plantean tres ejercicios. El primero es una actividad de
calentamiento cuyo objetivo es introducir el tema de los estereotipos y dar a
conocer la frase hecha “hablando se entiende la gente”. El segundo, en cambio,
permite a los estudiantes familiarisarse con el concepto de estereotipo y
fomentar el intercambio comunicativo con los compañeros y el trabajo en equipo.
Objetivo que comparte con el tercer ejercicio que, además, permite identificar
y reflexionar sobre algunos de los estereotipos del mundo hispanohablante y
fomentar el pensamiento crítico.
En
la actividad 2 se plantean dos ejercicios distintos. El primero tiene como
objetivo reflexionar sobre los estereotipos que tenemos y descubrir los de
otras culturas (siempre en relación con las diferencias de género), practicar
la expresión escrita, crear un sentimiento de pertenencia a un grupo y
evidenciar lo que tenemos en común con los propios compañeros. Por su parte, la
segunda tarea permite sensibilizar al alumno sobre la falta de veracidad de los
estereotipos, practicar estrategias para argumentar una idea, fomentar el
trabajo colaborativo, practicar la expresión e interacción oral, reflexionar
sobre el origen y la veracidad de los estereotipos y aprender a respetar
las opiniones de los demás y el turno de palabra.
Por último, en la actividad 3 encontramos dos tareas
diferentes. La primera permite identificar otros tópicos y reflexionar sobre
ellos, analizando si son o no ciertos. A su vez, también fomenta la comprensión
lectora y la expresión e interacción oral. El segundo ejercicio, en cambio,
pretende hacer reflexionar al alumno sobre los estereotipos que considera
ciertos, replantearse su veracidad, estimular el pensamiento crítico y
practicar la expresión escrita. Entre los objetivos de este ejercicio también
están la planificación y la revisión del texto, la corrección gramatical y la
cohesión textual.
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